SANA Y SALVA

Lc 5, 17-26
Parece que un impulso interior casi irrefrenable, por lo que dice Lucas, empujaba a Jesús a sanar enfermos. Debió entender Jesús que el Padre le habia enviado “para dar vida y vida abundante”(Jn 10,10) a los hombres y su tarea debía empezar por ahí. Asi se habia profetizado que “los cojos andarian, los ciegos verian y a los pobres se les anunciaria la Buena noticia …”(Mt 11,2-11).
Su tarea de devolver la salud pues, había que hacerla: así las esperanzas de todo el pueblo abatido por la invasión romana renacerían. Pero eso no era todo. Jesús veía el interior de las personas y captaba el mal moral o estado de salud existencial. El mal que es consecuencia del mal manejo de nuestra libertad. El mal de estar con mala conciencia culpable. Arrastrar de por vida el peso irreparable de las culpas debia ser insoportable. Pero saber que es posible en esta vida el perdón por la misericordia de Dios es el principio de la regeneracion mas radical. Había que devolver también, pues, la salud moral tras seria penitencia y verdadero arrepentimiento acogiendo a los pecadores que no están menos necesitados que los enfermos. Y en esta ocasión viò la gran fe que tenían y pensó que ese era el momento para ejercitar el ministerio del perdón. Por el poder de curar era sanador . Por el de perdonar se manifestaba como Dios y Salvador. El problema para recibir el perdón era que los pecadores no habían experimentado el amor de Dios, pero ahora lo estaban experimentando a través de las curaciones ¿ porqué no proponerles el gran regalo divino del perdón?
De momento el pueblo recibía la grata noticia de que muchos se curaban y la gran Noticia de la Misericordia de Dios atacando a la causa de todos los males se estaba dando.¿Será que con Jesús nos llega realmente la Salvación? ¿podía hacer algo más Jesús para que se le aceptara no sólo como sanador sino como perdonador y Salvador? La conexión con la personalidad auténtica de Jesús superaba la sagacidad humana. Con Jesús sanador todos respiraban ambiente de beneficencia y agradecimiento. Con el Perdón gracioso y sin mérito más que la fe (que también es gracia), se entraba por fin ,en el Reino de gracia; en el camino de Jesús que lleva a entender la vida como un servicio a la vida y por él a la Salvación.
Canto: Estamos de Fiesta con Jesus.