QUE NADA FALTE


Ante el anuncio de un tiempo nuevo y de una gran fiesta como es la Navidad en nuestra cultura occidental la actitud fundamental que se nos pide es la de estar alerta pendientes de todo; que nada falte; y para ello hemos de empezar buscando en los trasteros y en los arcones los elementos que van a componer parte importante para esa celebración porque hay que pensar que esa celebración para hacerla de verdad tiene que darse en todos los ámbitos :en cada casa, en cada familia aunque viva uno solo y también en el pueblo o en la ciudad así que rebuscando por los rincones empezaremos con la corona de adviento que nos trae a considerar los cuatro domingos previos a la Navidad y como es tiempo de esperanza lo ornamentaremos con ramas verdes y velas que significan las virtudes a contemplar……hay quien incluso aprovechando el cerco interior de la corona ha colocado allí las imágenes de José y María y el Niño que va a nacer. 0tro elemento navideño que no suele faltar es el árbol de Navidad costumbre traída de países nórdicos de nieve y frío; y lo que es imprescindible e infaltable en nuestra latitud es el Belén o al menos el Nacimiento .
Esta es la ambientación propia de este tiempo para nuestras casas llamadas también hogares porque deben tener supuestamente en este tiempo calor de hogar para paliar el frío y también la soledad. Y para ello nada mejor que reunir a gente, familiares , amigos, todos aquellos con quienes estemos a gusto para enriquecer nuestra vida con mesa y mantel y diálogo coral.
Esta es la gracia de las antiguas tradiciones que llegan hasta ahora y no podemos perder porque enriquecen nuestra vida personal y social.
Preparemos pues nuestros hogares, nuestras parroquias y nuestros pueblos, para que por fin juntos todos podamos celebrar fiestas con la luz de Navidad que es precisamente el Niño Dios iluminando la oscuridad de la tierra toda con la luz del amor, el necesario perdón y por fin, la deseada paz.
Canto: juntos cantando la alegría”

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