08/08/2021

Jn 6,41-51
Los últimos años de la vida de Luis Calero , un analizador de la vida con esquizofrenia tratada y con capacidad para llevar una vida normal, empezó a venir a diario a la misa. En diferentes diálogos se me había manifestado agnóstico y comunista aunque digamos que andaba en “crisis” de ideas políticas.
Estos días en que reviso papeles me encuentro con una de sus reflexiones que os puede sorprender:
“Un mensaje importante que me llegó del pastor (=Cura) es que hay que tener un espíritu sano porque el cuerpo en términos generales lo curan los médicos pero si el espíritu no lo tienes sano y no tienes amor en tu lenguaje y en tus acciones..y dejas el espíritu oscuro con problemas con nuestros semejantes, con nuestros familiares y vecinos de barrio, amigos etcétera no podremos ser felices aunque consumamos más que nadie.
Otro análisis que he hecho es que LA MISA ES UNA TERAPIA DE MASAS .Me explico: el psicoanálisis o la psiquiatría llega a grupos reducidos de personas que han tenido o hemos tenido en el pasado o el presente problemas y además nos cuesta dinero. La iglesia con la misa está abierta a todo el mundo y sólo aportas la voluntad en días señalados de la semana. Por ello ante el mundo de agresividad en el que vivimos donde reina la competencia y con ella las rencillas , envidias y odios si escuchas las prédicas y mantienes tu espíritu sano y controlas tu vida llegamos a ver a todos los hombres como hermanos aunque nos ofendan.
La conclusión que yo saco es que si todos los ciudadanos de los pueblos fueran a misa y escuchan a los pastores de la religión cristiana, predominará otro mundo sin guerras ni ofensas ni delincuencia, ni maldad y sería como he manifestado al principio una terapia de masas. Más efectiva que el psicoanálisis y la psiquiatría”. 27-Septbre 2.003.
Hoy recordamos a Jesús Pan de vida para la vida del mundo. Y en la misa cantaremos “este es el pan de los Hijos, preparado con amor, Esta es la sangre de Cristo, alianza eterna con Dios. Dichosos los invitados a la Cena que alegra el corazón, dichosos los invitados a la mesa del Señor.”
Y en ella renovaremos el pacto de hermandad que nos mantiene sano el corazón .