Comentario homiletico 7/3/19

Lc 9,22-25
Recien iniciado el camino de la Cuaresma ayer con el rito de la ceniza, los textos hoy de la mano de Moisés y de Jesús nos muestran la senda q lleva a la vida. No es un jardín de rosas. Moisés habla a su pueblo con perfiles muy nítidos: si queréis tener vida seguid los preceptos del Señor q son los q llevan bendicion y vida. Los otros llevan a muerte y maldición.
Y Jesús es aun mas explícito cuando dá unas pinceladas sobre lo q va a ser su propia vida :pasion, muerte y Resurrección y la vida q deben llevar sus duscipulos: no buscar su vida, olvidarse de sí para estar mas pendiente de los demás.
Sobre todo escuchando a Jesús da la impresión de q el mundo y sus atractivos o estímulos son como dijeran nuestros clasicos un gran teatro (Calderón de la Barca) para engañar a la gente sobre lo q es realmente importante en nuestra vida. Y si ello es así nuestra Cuaresma debiera ser un esfuerzo de lucidez mental(meditacion ) y espiritual para descubrir el auténtico camino q lleva a la vida: el contacto con Dios(oración); la ayuda a los demás (limosna) y algunas renuncias a estímulos atractivos q sin darnos cuenta nos roban mucho tiempo y esclavizan: TV, móvil, comer de capricho, culto excesivo al cuerpo, …en fin prácticas de autocontrol q encierran penitencia pq nos cuesta librarnos de ellas pq quizás nos hemos habituado a ellas y no sabemos pasar sin ellas. Estas practicas cueresmales sobre todo el ayuno yo aconsejaria tomarla mas en serio. Esa privación de lo necesario como es el comer nos hace caer en la cuenta a los ricos en caprichos q mucha gente padece hambre entre otros muchos derechos.

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