Comentario homiletico 6/10/19

Lc 17,5-10
No fueron simples discípulos sino los propios 12 apóstoles los que le piden a Jesús que aumente su fe.
La fe es una llamada profunda a servir a los hombres al estilo de Jesús. Y para esa tarea no hace falta llevar alforjas, ni proyectos prefabricados. La realidad- si la escuchas -te va marcando las necesidades y tu vas encontrando por un camino casual-providencial soluciones que se presentan también desde abajo . Por ahí van los caminos de la vida y tb los de la fe. Porque la fe nace de Dios pero aterriza en la vida y te cambia a ti y a tu vida a menos que tu te hayas fabricado una vida virtual o mental al margen de la realidad. Una vida de monstruo.
Los apóstoles intuyeron una vida auténticamente libre y liberada de toda atadura comprometiéndose en la utopía de Jesús y empezaron a caminar dejando las redes. Algunos aun siguiéndole mantenían sueños vanos de gloria y poder – casos de Santiago y Juan – . Pedro parece q le tenia pánico al servicio cuando se presenta como carga y como cruz y temblaba cuando Jesús les hablaba de Calvario. Y sintió la tentación de la violencia para solucionar problemas echando mano a la espada pero escuchando al maestro guardó la espada y en el camino con Jesús se moldeó haciéndose mas pacifico.
La fe, pues, la que vivieron los grandes apóstoles cambió una manera de vivir y cambió a los propios hombres sus actores. Ese es el primer producto de la fe. Convertirte en otro hombre capaz de servir a la realidad sea cual sea, porque en el simple servir a la vida está la mayor gloria del existir.

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