Jn 14,27-31
En diferentes momentos de su vida habla Jesus de la paz que El nos trae.
Hoy nos dice ” mi paz os dejo, mi paz os doy . No os la doy como la paz que da el mundo”. Tambien
dice que en ella no caben el miedo ni la cobardia.
Para hacerla vida habrá que llevar el tema a reflexión e interiorización porque tiene mucho interés para orientarnos en la forma de vivir nuestro estilo de vida cristiano. Hoy damos unos trazos:
- Hay una bienaventuranza que llama pacíficos a los que luchan o trabajan por la paz. Por tanto la paz no es inacción o pereza o cobardía sino caminar hacia una meta .
Y esa meta para Jesús es evidente: construir el Reino de Dios . Y es tan urgente e importante que llega a decir q nos hemos de hacer violencia interior para conseguirlo.” - De camino a Jerusalén Jesús lloraba porque decía que Jerusalen no conocía los caminos que llevan a la paz. Aun hoy Jerusalén es un foco de guerra constante. Se vive la paz como tregua entre guerras porque nadie cede ni renuncia ni perdona por amor. El ojo por ojo o ley del talión es la norma, segun parece.
- En nuestra vida normal el pacífico no es sólo el que lo es por carácter afable o bondadoso frente al que es agrio ,aunque es verdad que los aspectos mas ásperos del carácter se pueden trabajar para adquirir un aspecto social mas aceptable y agradable. Por encima del carácter está el asumir la función de oir bien en el diálogo al conjunto de voces que hablan para buscar su armonización al estilo de un director de orquesta. Asi construimos un grupo armónico con un espíritu común. Esta pacificación social es muy importante en tiempos de reclamación de derechos individuales como los actuales en que los” egos ” exaltados convierten el diálogo en “lucha de gallos”.
- Y una cualidad muy notable del hombre de paz segun el evangelio:no querer “ir de solista “en la orquesta. Sino buscar armonizar al conjunto para construir una Comunidad. No olvidemos q no somos llamados a ser cristianos individuales sino a serlo en comunidad. El Reino de Dios que quiere construir Jesús se debilitan si solo fomenta individualidades y se fortifica cuando se aglutina a personas
para forjar como Iglesia un proyecto común.