Comentario homiletico 25/10/19

Lc 12,54-59
Andar con el tiempo para no perder el tiempo viviendo historias q ya pasaron o fabulando historias que no esta en nuestras manos alcanzar parece que es un requisito indispensable para decir hoy la palabra oportuna. En esto ya decia el maestro q cada dia lleva su afán y es de sabiduria vivir bien el dia a dia.
Pero en el vivir el presente de
cada uno de nosotros como en el de Pablo luchan el deseo de hacer el bien con las tendencias no tan santas o vicios heredados del pasado q llevamos encima como el caracol lleva su cascarón .
Tb la Iglesia lleva su caparazón de miles de años de existencia y conviene verla como el arcón del cual vamos sacando cuanto mejor se acomode a los tiempos siempre nuevos. Pero ahi esta nuestra urgencia y necesidad. Es necesario hacer discernimiento para vivir el presente asumiendo las bondades del presente. Si no hacemos el esfuerzo de asumirlo perdemos la capacidad de dialogar hoy y probablemente nadie nos escuche.
Por ahí podemos ver lo que Jesús nos quiere decir al invitarnos a captar los signos de los tiempos.
Cuanto menos habrá que hacer limpieza de arcón. No todo lo q hay sirve . Habrá a hacer una buena selección del material pq todo lo vivido en la historia de la Iglesia no es ni tan evangélico ni tan acorde con la sensibilidad de hoy . Y luego habra q invocar al Espiritu -el “intemporal”- para q los cristianos y la iglesia podamos decir una palabra apropiada y digna de ser escuchada.
Dos ejemplos de lo q “estar en los signos de los tiempos” nos debe agitar la mente:
1. ¿Qué decir sobre el cambio de Franco al mausoleo familiar?
2. ¿Qué decir sobre las próximas elecciones?
Si desde el cristianismo no tenemos nada q decir para iluminar – no condicionar – el pensar de los hombres querría decir q ha dejado de ser fermento en la masa. Y, como decimos, “tendrá q hacérselo ver”.

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