Comentario homiletico 20/2/19

Mc 8, 22-26
Varios de los textos de estos dias podriamos titularlos como “Dificultades de los discipulos en creer y seguir a Jesús”.
Ayer los apóstoles subian a la barca con Jesús y llevaban un solo pan. Y Jesús captó la desconfianza con que le miraban como diciendo ¿ adonde vamos a ir solo con un pan para comer el grupo? Y Jesús arremetia contra ellos pq estaban desconfiando de El al igual q los fariseos. Y les decia : “libraos del fermento de los escribas y fariseos”. ¿acaso no visteis cómo con 5 panes y dos peces dimos de comer a 5.000 hombres?….
Hoy los textos de Noé en el Arca nos hablan tb de la fe de aquel patriarca q para salvar del diluvio construyó una barca y esperó a salir de ella cuando una paloma q llevaba un ramito de olivo le hizo ver q ya la tierra estaba seca y podia salir sin peligro. (De ahí la paloma de la paz)
Y hoy el evangelio nos presenta la curacion del ciego de Betsaida. Ciego con una ceguera especial. Una ceguera q para Jesús representa muy bien la dificultad de movernos en el terreno de la fe. El propio ciego cuando empieza a ver los hombres le parecen arboles q andan. Pero poco a poco distinguia los objetos con claridad y habia recobrado la vista.
La ceguera en los apóstoles y seguidores de Jesús va a ser siempre un tema recurrente: ¿puede ser el Mesias el hijo de un carpintero?. ¿ podrá Pedro caminar sobre las aguas como hizo Jesús? ¿qué les va a caer en suerte a los q han dejado todo por Jesús? Aqui ya no se trata solo de ser un creyente q mira con los ojos de la fe el mundo como Dios lo ve sino q nos embarca a ser y a hacer como El hizo. Se trata de ser discípulo. De arriesgar tu vida por creer q se puede hacer algo por los demás y por mejorar el mundo.
Y uno prueba .. y probando a ver… el ciego ve.
La confianza puesta a la obra ha abierto los ojos a la fe.