Comentario homiletico 2/3/19

Jn 5, 1-16
Lo q paso en la piscina de Betesda junto a la puerta de las ovejas en Jerusalén es de lo mas inolvidable para quienes han quedado “tirados en la cuneta de la vida”, abandonados por los amigos, la familia y hasta por la salud. Aquel hombre de la piscina – estaba 38 años a la espera de una oportunidad para encontrar la salud . Sólo necesitaba q algún humano sensible al moverse el agua le echara a la piscina. Pero todos eran antes q él.
Entonces -fuera por suerte -o porque sí – el caso es q allí estaba Jesús y con ánimo resuelto le invitó a tomar la camilla y echar a andar sin importarle q fuera sábado y estuviera prohibido trabajar.
Jesús fué su oportunidad. La fuente de agua sanadora para él y para toda la humanidad.

Los comentarios están cerrados.