Comentario homiletico 15/11/19

Lc 17,26-37
El texto habla en lenguaje profético de lo que acontecerá el dia en q se manifieste el Hijo del hombre. La alusión a Noé y los hechos del diluvio q acabó con todo y a los tiempos de Lot q apenas salió de Sodoma llovió azufre del cielo y acabó con todos nos plantea qué valor practico pueda tener en cuanto a cambio hacia conductas mas éticas o frutos de conversión a Dios .
Desde un punto de vista pragmático la presentación del fin de los tiempos , descartando la duda de q fuera dicho por Jesús – tpoco debiera preocuparnos demasiado. Nuestro fin personal es bastante mas seguro y cercano y con él se habrá terminado para nosotros el mundo. El fin del mundo no hace sino añadir angustia y sentimientos de culpa colectiva al hecho mas real y certero de mi propia muerte en tiempo no tan lejano.
De la meditación sobre el fin del mundo nos interesa sobre todo el pensar en cual ha sido nuestra contribución o responsabilidad en que acabe todo antes de lo previsto o de q acabe tan mal la vida en la tierra que la hayamos convertido en un planeta inhabitable.
Si asi fuera, habría que decir q el proyecto de Dios de alumbrar vida en este planeta le fracasó por la irresponsabilidad de los hombres q no pudieron mantener el planeta ni como paraíso ni como jardin (Genesis..)
Y lo q si q nos vale para ajustar nuestra vida al plan de Dios es saber q somos llamados personalmente a ser “cuidadores del mundo” hasta llevarlo a plenitud como Reino de Dios y esa es una tarea diaria a realizar con atención, serenidad y tesón pero no
con reacciones neuróticas q entorpecen seguir bien el camino.

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