Comentario homiletico 11/4/19

Jn 10, 31-42
Van a apedrear a Jesus – es el primer intento de matarlo- no por sus obras- dicen los judios sino por blasfemo. Los judios admitían por tanto q su obrar era según Dios. Pero no podian admitir q fuera Dios.Por las obras habian admitido q Juan era un gran profeta – era un buen transmisor de la voluntad de Dios sobre los hombres y era muy venerado por su austeridad de vida y testimonio o ejemplo. En él veian a un predicador moral y preparador y anunciador del Mesias como el q va a quitar el pecado del mundo. Por todo ello a Juan podían verlo como un hombre de Dios.
En Jesús podian ver tb unas obras de bien – volcamiento hacia los pobres, enfermos y necesitados. Quizas comprendian menos su empatia con los pecadores ya q compartia con ellos y se sentaba a la mesa con publicanos y pecadores. Puede q tpoco les complaciera mucho ver la libertad de trato q tenia con las mujeres y su independencia de criterio respecto de los poderosos . Eran nuevas formas de trato y todo ese “plus” de actuación de Jesus en comparacion con Juan podía asumirse y considerarle como hombre de Dios. Pero lo mas chocante e insoportable era la pretensión de Jesús de ponerse a la altura de Dios y pretender ser Dios mismo. ¿hay algo mas q añadir para justificar q Jesús es no solo hombre de Dios sino el Dios mismo hecho hombre, prometido y esperado por los judios como Mesias?
Los q llegaron a la fe en Jesús como la forma terrestre mas perfecta de Dios mismo dice q en Jesús reconocieron la presencia de “signos q le acompañaron” y eran reveladores de la fuerza especial de Dios actuando en Jesús sanando y perdonando.
Esos signos q acompañaban al actuar de Jesús ha de percibirlos de alguna manera el discípulo para no” ver” solo en él un profeta y hombre de Dios como Juan o luego Mahoma sino al mismo Dios , Hombre y Salvador.

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