Lc 5,17-26
Jesús, a la vista de la fe de aquellos israelitas que abrieron un boquete en el techo para presentarle a un paralítico,nos dice el texto que le dijo “tus pecados son perdonados”.Aqui Jesús dió una salto cualitativo: ya no sòlo les curaba de gracia y sin cobrar, sino que les regala el perdón aunque no lo habían pedido . Sólo porque habían creido en El como capaz de perdonar de modo que los curados eran a la vez perdonados. Ahí el paralítico estaba tocando como diría Kiko Arguello “sustancia divina”, gracia del perdón que sólo Dios puede conceder. Así es como los presentes pudieron captar cómo en Jesús podía accederse a un mundo de plena gracia que es el Reino de Dios: porque quienes sienten la gracia del amor y preferencia de Dios hacia ellos, valoran la gracia de la vida, la gracia del perdón y la gracia de la resurrección y salvaciòn.

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