Mt5,1-12
Con muy buen criterio la Iglesia hoy nos pone el texto de las Bienaventuranzas que son el testimonio encubierto de la propia vida de Jesús. Allí, en efecto nos dice Jesús en qué consiste una vida santa y ejemplar tal como El mismo la vivió en su vida terrenal. Y es una invitación a que los cristianos seguidores de Cristo vivamos a su manera . El, pudiendo ser y “vivir como dios” y “como rico” vivió con austeridad y hasta pobreza porque su cercanía al corazón de Dios le descubrió los valores del corazón que nos hacen sensibles a todo lo que le acontece al ser humano, alegrías y penas esperanzas y angustias. Llevado por ese Espíritu Santo Jesús se movió a compasión hacia todos y con preferencia a los pobres , enfermos, y desheredados de la inicua fortuna de la vida.
A esa santidad de vida se nos invitó en el momento de nuestro propio bautismo y hoy puede ser especialmente interesante recordar algunos ritos bautismales de especial significado para nuestra vida porque en ese gesto divino bautismal (= de ser sepultados con Cristo en su muerte para vivir como resucitados en Cristo) inició nuestra nueva vida de cristianos.
Por el bautismo ,vivido con fe testificada por la Iglesia y padres y padrinos se nos pasó de ser hijos de hombres a ser hijos de Dios reconociendo a Dios más padre nuestro que a nuestros propios padres que apenas podían saber si podrían tener hijos. De este modo se invita al bautizado a hacer suyos los pensamientos, sentimientos y forma de actuar propia de los Hijos de Dios.
Tras el agua bautismal bendecida y recibida con fe se nos pidió renunciar al mal y sus eternas seducciones como son el dinero y el sexo, ….que pueden llevarnos a excesos , sobrevaloración ,descontrol y esclavitud como es fácilmente perceptible por la abundancia de UCAs (Unidades de conductas adictivas) signos del deterioro temporal (ojalá)de nuestra condición humana.
Con el Santo Crisma se nos ungió con el aceite consagrado para sacerdotes, profetas y reyes significando que nuestra dignidad de hijos de Dios se mantendría en este mundo siempre que como sacerdotes diéramos culto a Dios por sobre todo ;como profetas fuéramos testigos de la Verdad en palabras y obras . Y como pueblo de Reyes nos gobernáramos con *libertad responsable” y por tanto capaces de entonar cantos de amor como bien decía Unamuno: “solo canta libertad el esclavo, el pobre esclavo. El libre canta amor”.
Yo no suelo olvidar el rito del “effeta o apertura de los sentidos “. Me sorprende que toda una Biblia que afirma con rotundidad que a Dios nadie lo ha visto nunca(Jn 1,18), sin embargo nos invita a conocerle y a amarle más que a nadie.Tenemos 5 sentidos para captarle pero ¿serán suficientes para sentirlo? y de ahí el gesto sacramental de poner intención a cada sentido con el gesto de una cruz para que cada uno de ellos se abra y despierte su “sensor capaz de aroma divino” “rescatándoles de su simpleza material con la fe que es mezcla de inspiración , revelación, confianza, admiración suprema, arrobo y estremecimiento amoroso.
Y también en nuestro bautismo que concluye con el rezo del Padre nuestro ,no podemos olvidar que un hijo de Dios como Jesús, no puede devolver al mal recibido con el mal.
El alma, sagrario de nuestro ser más divino y sagrado, no puede sentir el miedo del sufrimiento y la muerte porque ha nacido ya para la eternidad y por eso ( Lucas 16, 18) refiere en cándidas palabras que deben ser mismísimas (=ipsísima verba Dei”) dichas por Jesús, que los discípulos así renacidos “ningún veneno de serpiente os hará daño” porque “aunque maten el cuerpo no pueden matar el alma” Mt 10,28 en efecto :venimos de la estirpe de Jesús: el auténtico Principe de la Paz que nos asegura desde la senda estrecha que lleva a la Vida por la cruz : que si con el morimos viviremos con El y si con el vivimos reinaremos con El( Rom 6, 8-14.)
Cantos: “Christus Vincit, Christus regnat”..y “Acuérdate de Jesucristo” “