Comentario homiletico 4/8/18

Mt 14,1-12 relata la muerte por decapitación de Juan Bautista. Una muerte por un motivo de lo más banal – satisfacer a la madre de una bailarina q le pidió la cabeza de Juan y Herodes se la ofreció.
Recordando q ayer el Papa se comprometía a favor de la vida invitando a no aplicar la pena de muerte ni siquiera a los delincuentes q están en la carcel, nos lleva a reflexionar sobre qué motivos pueden justificar la muerte de seres humanos. En nuestra historia humana hemos matado por ideales de independencia, de libertad , de conquista, etc haciendo guerras. Y nos hemos justificado con grandes palabras como las ya clásicas de haber combatido “por Dios , por la Patria y el Rey”. Y lo bien cierto es q hoy vemos con más claridad q nunca q todo eso no han sido causas reales sino pretextos pq ni Dios pide jamás guerras, ni necesitamos matar para solucionar problemas pq las muertes crean más problemas q los q solucionan. Vemos además hoy con más claridad q la vida vale más q los valores pq es su fundamento. Y sólo hay q ver qué calidad de vida hay donde se ha sembrado la muerte. Unos ejemplos: ¿Cuando y cómo va a ser posible q vivan juntos los vascos q han asesinado con los familiares de los q han sido sus víctimas acosadas y asesinadas? ¿Cómo y cuándo va a ser posible q los muertos de nuestra guerra del 36 nos dejen vivir tranquilos a los q ya no creemos q ningún ideal puede justificar el matar?
El “no matarás” bíblico cobra hoy nueva fuerza . Primero “vivir y dejar vivir ” y luego ya vendrá aquello de filosofar. (“Primum vívere, deinde filosofare”).