En Jn 15,9-11 Jesús nos da la “receta” para llegar a una alegria en plenitud : ( no felicidad ?) Amarnos unos a otros como Jesús nos ha amado.
Y Jesús nos fué amando renunciando a su categoría divina y poniéndose a nuestro nivel, curándonos de toda enfermedad, y dolencia,(hay mucho “depre” suelto) perdonándonos nuestras traiciones y maldades, de manera q nada le apartó del amor a nosotros. Amor a todos y a cada uno en particular. ¿que belleza podía encontrar en nosotros para amarnos así? Seguramente la belleza original de la huella divina en todo lo creado . Huella presente aún aunq borrosa por el pecado. Y el fruto del amor de Jesús a nuestra naturaleza “corrompidita” por el pecado ahí está:- nuestra regeneración .
Los griegos decían q el amor es “engendrar en lo bello”. Jesús nos engendra por su amor a la posibilidad de una vida nueva si seguimos sus preceptos y permanecemos en su amor pq esa forma de amar en libertad es generadora de vida. Generadora de vida para nosotros y para nuestro entorno social.