El texto que hoy comentamos de Lc 14,15-24 es paralelo al de Mt 22,1-10 y por lo q hoy se sabe ambos se informan de una misma fuente llamada “Q ”
El tema es el de la invitación de un hombre a un gran banquete y q comprueba con indignación q sus convidados piden disculpas y no acuden presentando múltiples excusas; uno tenía comprado un campo y tenía q verlo; otro se acababa de casar y claro no podía ir..de modo q el criado lo comunica a su amo y éste le da la orden de q invite a todos cuantos vean por las plazas y calles de la ciudad y q inviten a todos los pobres, ciegos, cojos y lisiados q encuentren por la ciudad y los caminos hasta q se llene la casa.
El tema de la parábola es común y por tanto tb su significado:
1. El llamado a participar en el banquete del Reino es universal. Dios llama todos a construir un mundo mejor desde el gran mandato del Gen 1 ,28 “creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla” y ese mandato sigue con Jesús q nos invita a construir su Reino haciendo bien las cosas a su estilo como El las hace.
2. La renovación de todas las cosas por fin va a ser posible pero solo si ponemos a Jesús como fundamento y motivo último de nuestro actuar junto con el amor al prójimo -ellas son las auténticas razones – q no excusas – de nuestros actos.
3. El Reino de Dios dirá Jesús q nos exige hacernos violencia a nosotros mismos para no caer en fáciles excusas q nos aparten de ese objetivo fundamental de modo q sólo los q empuñen el arado sin mirar atrás serán dignos de pertenecer al Reino (Lc ,9, 62).
Quizás pensemos q empuñar el arado sin mirar atrás nos haría perder muchas cosas importantes a hacer en la vida … pero el quid del mandato de Jesús no está tanto en el qué hacer sino en el cómo. … Buscar el “como yo os he amado”.