En Jn 21,1-14 es el Resucitado el q por tercera vez se presenta a varios discípulos q están pescando toda la noche sin pescar nada. Jesús desde la orilla les invita a echar la red a la derecha y hacen una buena redada de peces.
Pedro se ata la túnica y salta al agua al encuentro de Jesús. Y Jesús – al que todos han identificado sin lugar a dudas -les invita a almorzar pescado puesto sobre unas brasas y pan que parte y reparte.
En este escenario tan cálidamente humano preparado por el Maestro ,el propio Jesús va a pedirle a Pedro por 3 veces -ya que le habia negado 3 veces- si lo amaba más q los demás.
Y Jesús – q le vió llorar arrepentido-tiene la osadía de contar con Pedro y asignarle la primacía de gobierno sobre el grupo de apóstoles.
Toda una gran lección de paciencia y magnanimidad del Maestro con Pedro y con todos nosotros. Y una experiencia augurada: que la vida al estilo de Jesús y con Jesús tiene plenitud asegurada.