El texto del evangelio de hoy ( Lc 20, 27-40) es el q ya comentamos hace poco sobre el diálogo de Jesús y los saduceos q negaban la Resurrección.
Leerlo de nuevo en este mes de difuntos y terminando el año de la Misericordia nos recordará 2 importantes conclusiones:
1 .-que hombre y mujer son iguales ante Dios. Son personas. Es la gran aportación del cristianismo a los derechos humanos y
2. Que la vida no es un desastre y un absurdo como lo sería si no hay igualdad de oportunidades para todos y encima todo acaba con la muerte-
Hay vida después de esta vida – es el gran anuncio q hacemos los cristianos con Cristo Resucitado aunque no nos es dado saber cómo será.
Sólo sabemos q de la mano de Jesús llegaremos a la presencia de nuestro auténtico Padre Misericordioso y será una existencia sin las limitaciones de esta.