HUMILDES CON LA FUERZA DE DIOS

Lc 9,46-50
Hacer las cosas en nombre del Señor era la recomendación de Pablo en 1 Cor 10 y por lo que vemos tiene precedentes en el texto de hoy y al largo de toda la Sagrada Escritura.
Lo que con esta invocación pretende el ser humano es revestirse de la fuerza de Dios para hacer las cosas a la perfección y no de cualquier manera. Asumir la práctica de la invocacion de Dios tendrá mucho sentido. Vemos que lo hacen algunos futbolistas cuando inician un partido importante. Y lo que los cristianos invitamos a practicar al inicio y al fin de cada dia.
En el texto de hoy Jesús nos dice: “el que acoge un niño como este “en mi nombre “a mi me acoge y acoge a mi Padre” que me ha enviado”.
La clave del texto es el actuar “en nombre de” , lo que significa, ” invocando el Espíritu de Jesús o su fuerza o su bendición”. Con su bendición queremos iniciar cada dia para que sea Jesús quien actúa por mi y a través de mi. Con su protagonismo pareciendo que somos menos, somos mas.
Pablo lo dijo con expresión eufórica: Gal 2,20, “ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mi” y ofrecemos el Canto “Oh Trinidad” que nos evoca la mas antigua invocacion que hacemos con la señal de la Santa cruz: “En nombre del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo”. Amen.

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