Mt 13, 54-58
A los prejuicios de los paisanos de Jesus que no quisieron creer en El a pesar de la sabiduría de su palabra y de sus prodigios, hoy hemos de añadir algunos mas:
- la fe en la ciencia y sus promesas que tienden a acaparar como único saber el adquirido con su método cientifico.
- Las pantallas moviles con que nos dirigen los poderes económicos, políticos y mediaticos para que consumamos sus productos.
- los sesgos propios de nuestra condición por sexo , nación o profesión, sesgo del dinero etc.. es aquello de que “las cosas son segun el color del cristal con que se miran “.
Y Jesus hablaba de “los limpios de corazón porque ellos verán a Dios”.
Nuestra humanidad de hoy tiene un serio problema a nivel de “óptica”.Nos cuesta ver la realidad de verdad y cuánto más nos va a costar ver a Dios en ella y en Jesus si no es volviendo al fértil silencio contemplativo- reflexivo y con mucho esfuerzo por librarnos del gran mercado del mundo para poder ver todo con ojos libres y limpios.Y nuestra suplica unidos a la juventud en Portugal con el papa no puede ser sino la del ciego : “Jesus, quiero ver” . Y lo podemos decir con el canto: “Iluminame, Señor, con tu Espíritu”