, Bon dia als que escolteu la crida de Jesús i tracteu dia a dia de treballar pel Regne.
Lc 10, 1-12
Jesús ya había hecho un primer envío de los Doce, a quienes había elegido, según nos dice Lucas en Lc 9, 1-6, para anunciar el Reino. Y ahora, camino de Jerusalén, manda otros 72 (número de las naciones fijado por el pensamiento judío) con el mismo fin de anunciar el Reino.
Ello nos está indicando:
1. que la misión para Jesús no era algo reducido a los Doce sino a muchos más.
- Que Jesús y sus discípulos constituían un grupo itinerante y
- de carácter carismático, es decir, un grupo no oficial ni preparado según cánones establecidos en escuelas de profetas u otra autoridad. No les venía de institución alguna sino de sus propios carismas, de sus dotes de persuasión y de la fuerza de su espíritu y mensaje.
Ni siquiera tenían la cultura que veremos en otros como Pablo o San Agustín.
En el cristianismo naciente el centro neurálgico ya no serán el Templo de Jerusalén ni los sacerdotes sino la Comunidad de cristianos con los Doce. La comunidad es la casa de Dios (1 Tim 3-5).
En nuestras comunidades o parroquias cada año celebramos la misa de Envío a todos los agentes de pastoral.
Y un apunte ¿se va tomando conciencia entre nosotros de que la fuerza de una parroquia no reside en la grandeza de su templo sino en la consistencia, unidad y fuerza espiritual de su Comunidad?