Comentario homiletico 2/2/19

Lc 2, 22-40
De la antigua fiesta cristiana de la Candelaria hay q retener el significado cristiano tan relevante: Cristo entra en el templo como luz de Dios y salvacion q viene a iluminar el culto a Dios en el templo como lugar preeminente por su dedicación y el culto a Dios en la vida toda por efecto de su encarnacion.
La mejor alegría de esta fiesta la expresan el rostro y las palabras del anciano Simeon bendiciendo a Dios: “ahora ya puedes dejar a tu siervo irse en paz pq q mis ojos por fin han podido contemplar en este niño la salvación. Luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel”.
Y todo el pueblo creyente en Cristo encendemos la vela q participa de la luz del Señor.
Los significados de la fiesta judia de rasgos hasta machistas – se presentaban al templo solo los niños (y no las niñas) y la purificacion de las madres por la supuesta impureza en q incurrian por el parto 😱 han ido afortunadamente desapareciendo. De hecho hoy muchos sacerdotes estamos presentando a los niños con sus madres a la Virgen con ocasión del bautismo.
Ir aclarando y sacando todas las consecuencias de la nueva forma de vivir la presencia de Dios en el templo y en la vida en tiempos laicistas es un gran reto pues la forma cristiana de religiosidad se puede cambiar o transformar respetando las claves de su expresión, pero tb hay una sed social de Dios q el Espiritu despierta y debe canalizarse en formas adecuadas de liturgia y oracion.

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