JESUS,SEÑOR DEL SABADO

– Jn 5,17-30
El evangelio de hoy es continuación del milagro de la curación del paralítico de la piscina de Betesda. Al milagro siguió la discusión sobre la observancia del Sábado como día de descanso. Para la religiosidad de aquel entonces el más mínimo trabajo el sábado era considerado pecado. Y Jesús ordenando al paralítico que se levantara, cogiera la camilla y echara a andar le estaba induciendo a pecar.
Hoy en este evangelio Jesús dice que Dios Padre sigue trabajando y por eso El hace lo mismo y a más de tratar a Dios como Padre y “escandalizar” les dice: “lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere”.
Aquí vemos una vez más cómo Jesús lleva a plenitud la ley del A. Testamento. El descanso sabático ya no será un precepto absoluto, sino que la exigencia de dar vida que nace del amor va a tener preferencia sobre la lectura literal de esa ley. Dios Padre y también Jesús, actúan en Sábado. Y el que resucita a los muertos y “viene a dar vida y vida abundante” consagra – otra vez más – la primacía del amor por sobre todo otro precepto.
La centralidad del amor y también la del hombre se ve mejor aun cuando dirá que “el sábado ha sido puesto para el hombre y no el hombre para el sábado”(Mc 2,27).
Los hechos históricos de la resurrección de Jesús que conmovieron a los apóstoles y primeros cristianos fueron los que hicieron madurar la idea de que el descanso sabático nacido de la creación en 6 días( Génesis ) había sido superado o completado por la Recreación, Restauración y Resurrección de Cristo y por ello se pasó a celebrar el Domingo- día primero de la semana -como el día del Señor resucitado.
El Domingo, pues, pasa a ser día de descanso, día del Señor y día de celebrar el señorío del hombre sobre el trabajo y la Creación.
Con Jesus que supera al sabath con la ley nueva del Amor se nos anuncia la mañana resucitada y resucitadora del domingo de Resurrección. Celebremos un anticipo de la pascua que se acerca con el canto”: Alegre la mañana que nos habla de Ti”.

NI EL CAPITAL NI EL ESTADO PUEDEN SUPLIR AL CALOR HUMANO.-

Jn 5,1-16
El paralitico que busca el milagro de la curacion en la piscina de Betsaida ,se lamentaba ante Jesús de que no tenia a nadie que le echara al agua cuando el ángel movía las aguas para poder curarse. Pero a Jesús no le pasó desapercibido y fué El quien se brindó a curarle .
Este hecho leido desde el hoy en que estamos con un individualismo tan marcado y adaptado a nuestro medio tecnificado en que todos los problemas son del estado “que pa eso nos cobra”, nos descubre al menos dos problemas :
1. que el resorte mas personal y humano que es ver qué puedo hacer yo ante un problema se ha relajado y ha tomado la actitud mas irresponsable que es la indiferencia denunciada por el papa Francisco como subproducto del capitalismo. Y
2. Que con semejante actitud el campo esta abonado para que el estado tome en posesión hacienda y vida de los ciudadanos o lo haga el mercado siempre dispuesto a convertir en negocio productivo lo que el estado atiende mal o desatiende o cualquier necesidad humana.
Ante estas amenazas de los mega-poderes habrá que reclamar nuestro espacio mas personal y humano y es el que Jesús asume curando al paralitico porque ni el estado ni el dinero con la gran oferta del mercado pueden sustituir el abrazo del hermano. Y es en Jesús y su forma de actuar tan digna y humana donde queremos mirarnos las comunidades cristianas para hacer visible “el primor” del amor cristiano.
CANTO: “Cuando sientas que tu hermano”….del Gloria, Gloria Al.leluya.