LA MAYOR REVELACION: DIOS EN EL CORAZÓN.
Lc 4,14-22. En la sinagoga de Nazaret Jesús revela su mesianismo.
La narración de Lucas describe la que debió ser la predicación más impactante y significativa de Jesús en los primeros momentos de su ministerio. En aquella sinagoga de Nazaret, donde fue como solía ir los sábados a diferentes sinagogas de Galilea, encontró la oportunidad -había alcanzado gran fama como orador- de lanzar el mensaje más impactante que podía darse en aquel entonces: que todo lo dicho sobre el Mesías que tenía que llegar, y que Isaías resumía admirablemente en el texto que acababa de leer, coincidía plenamente con Él. O sea que Jesús ,al que admiraba todo el mundo por su palabra hablada con autoridad y refrendada con los hechos de sanación que efectuaba, era el propio Mesías que estaba ante ellos.
El primer impacto debió ser sobre quienes le escuchaban, pero luego vendría la avalancha de comentarios todos con valor de critica pero tambien de necesario discernimiento porque todos somos pueblo y si no muy cultos , al menos atentos y despiertos para que no nos engañen: asi que. ¿Será verdad que Jesús es el Mesías? Y los listillos de los pueblos repasarían lo que decían del Mesías las Escrituras para ver si Jesús daba el perfil. Y los menos letrados comentarían si saliendo de José y María y de un pueblo como Nazaret podía esperarse algo bueno.
En todo caso Lucas levanta acta de la sustancia del solemne acto que Jesús acaba de protagonizar. Y cada uno en el silencio de su corazón tendrá que dilucidar -también hoy- QUIEN ES JESUS EN VERDAD.
Pero leer el texto despacio, que esconde perlas sobre Jesús que enamoran al atento lector que no solo lee sino medita y contempla. Y al principio del año jubilar con tinte de jubilo porque hay perdón, pero tambien aire penitencial podemos pedir el don de la fe que sólo Dios despierta por revelación.
Canto: “Enciéndeme” de Hakuna”.