MIRAR CON COMPASION, BENDICIENDO.

Lc 21,1-4
Leyendo pasajes de la vida de Jesus notamos, como hoy, la fina percepción que tenía de las personas y hasta de sus intenciones. Así le ocurre con Pedro al que le anuncia que le va a negar, y con Judas que le va a traicionar , y hoy con esta anciana mujer de la que valora que dando la moneda mas pequeña está dando mas que nadie porque está dando todo lo que tenia.
Aqui Jesús nos ha hecho una valoración positiva de la limosna dada por la mujer superior a la limosna de los ricos , y todos al oirle hablar así sentimos como un alivio e incitacion a ver mejor la realidad superando las apariencias. Y digo alivio porque de esa declaracion no se sigue mal alguno para la mujer sino todo lo contrario .,Todos oyéndolo admiramos y valoramos mas a esa mujer. Y su acción generosa es apreciada con justicia al ponerla en el contexto de su gran pobreza. Por suerte aquí el gran ojo que todo lo ve y escruta hasta los mas intimos sentimientos y pensamientos ha planeado sobre la vida con ánimo de bendecirla (=decir bien)ante todos .
Decimos en un canto de la misa de niños : “Mirame Jesús pon tus ojos en mi … gracias por mirar con amor . ” y en una oracion a la Virgen
” mírame con compasión no me dejes Madre mia porque si me dejaras solo yo me perdería”.
¿Practicamos nosotros esa mirada compasiva ?
Canto: “Mirame Jesus”

AMPLIAR AUN MAS LA CATOLICIDAD.- FIESTA DE CRISTO REY

Mt 25, 31-46
El juicio final tal como nos lo presenta Mt 25 nos parece que viene a corroborar o reafirmar la voluntad de salvacion universal querida por Dios y contenida en la proclamacion de la Iglesia como Católica (=universal). Es una universalidad que acoge bajo su manto salvifico o de salud universal a toda la Iglesia y -habria que decir- a todas las Iglesias y mas aun a todos los hombres incluso los que ignoran al propio Dios en quien ponemos el anclaje todos los valores los hombres que tenemos la fe puesta en un ser trascendente. Y ésta suerte de vivencia de la fe es la que debiera hacernos rebajar aquel principio clásico tan excluyente según el cual “extra ecclesia non est salus” (=fuera de la Iglesia no hay salvación). Este principio excluyente y contrario al evangelio que hoy comentamos, nos parece que va contra la universalidad de nuestra propia fe catolica ya que Dios como Padre Bueno que es se ha comparado con el sol que ilumina sobre justos e injustos, santos y pecadores (Mt5,45 ) y no puede excluir a nadie de su amor. Y el juicio definitivo será al final y con base en haber vivido un amor real y traducido en obras y no solo verbal o sentimental. Ese amor así vivido y manifestado es manifestacion de Dios y por tanto salvador y es por ello que hasta lo cantamos en la liturgia : “ubi cáritas et amor ibi Deus est” (=donde hay caridad y amor allí está Dios) . Con este canto alabamos al Dios grande y sin fronteras y con El a Jesús que se manifiesta en toda obra de amor realizada por cualquier ser humano porque El es el mismo amor del Padre hecho carne y no puede estar ausente en ningun gesto de amor auténtico aunque no lleve la etiqueta de cristiano. Y otra vez mas tendremos que ejercitarnos en la humildad acogiendo como Jesús en un “fraternal nosotros” a los que no van con nosotros. Y acostumbrémonos a pensar que como cristianos trabajamos por un Reino sin fronteras y la Iglesia que quiere servir a ese Reino tendrá- con su doctrina y actuar- que quitar vallas y barreras.
Canto: “Ubi charitas et amor Deus ibi est”.