EL ESCANDALO PARA JESUS (=IR CONTRA LA VIDA

Lc 17,1-6
Las durisimas palabras de Jesús contra los que escandalicen a uno de estos pequeñuelos al decir que mas les vale que se anuden una rueda de molino y se echen al mar nos plantea una pregunta. ¿Que actos de escándalo pueden ser tan graves para merecer semejante trato? ¿en qué actos estaría pensando Jesús para calificarlos con tanta dureza?
La propia vida de Jesús con sus milagros vemos que provocaban a la par admiración a los que veían el bien que se estaba haciendo a los enfermos y escandalizaban tambièn a los que les parecía inaceptable y escandaloso que un Maestro de la Ley realizara milagros justamente el dia del Sábado en que no se debía trabajar. Y ahí es probablemente donde quería llegar Jesús: una gran revelación reside quizás ahí. Que el Dios autor de la vida no puede permitir que nada sea preferente a facilitar y animar la vida de las personas que sufren. Ni siquiera los preceptos de las Religiones porque todo, incluso toda religión ,si quiere servir a su fin, debe estar al servicio de la vida. Desde este punto de vista , enseñar lo contrario es escandalizar porque aparta al educando en la fe de lo que es el principal objetivo de la religión: alabar al Dios de la creación y de la vida liberando ,facilitando y animando la vida de sus creaturas.
Canto: “Tu Reino es Vida”.

DAD Y SE OS DARA”

Mc 12, 38-44
La viuda del evangelio de hoy da en el templo todo lo que tiene, aunque es poco, y por eso Jesús alaba su generosidad.
Quien así actúa “provoca” a Dios y Dios se le manifiesta en la forma de Providencia. La primera lectura de hoy, que narra la generosidad de la viuda de Sarepta, dice que esta viuda preparó para el profeta Elías un pan con la poca harina que tenía en una orza y un poco de aceite en una alcuza y nunca le faltó harina ni aceite.
Aquí el dar se convierte en un acto de fe por el cual yo creo que si doy cuanto puedo, “Dios proveerá” y, no sé cómo, pero me ayudará.
Esta experiencia de dar con fe en Dios es lo que convierte la solidaridad en Caridad y le añade otra dimensión. Una fe inserta en el dar que provoca y convoca a Dios Padre de toda Providencia.
Aprendí un refrán de una viuda de Oqueldán (Quellón) Chiloé por los años 80 muy curioso al respecto. Decía: “quien guarda de hoy pa l otro día ,de Dios desconfía”.
Canto: “Donde hay caridad y amor alli está el Señor”