HAMBRE DE PERFECCIÓN INFINITA

Frente a nuestros enemigos o gente que nos cae mal Jesús nos invita a tratarles como el Padre a quien compara al sol que ilumina por igual a justos e injustos, santos y pecadores. Ya no vale el “ojo por ojo y el diente por diente”(= medidas para no abusar en la venganza)…. Lo nuestro, como cristianos ,es estar siempre dispuestos al perdón y a la oración por el maltratador o pecador.
Y lo malo no es que el gran Dios y Padre actúe siempre así sino que nos pide que nosotros hagamos otro tanto y nos lo dice con palabras bien claras: “sed perfectos como mi Padre celestial es perfecto” Mt 5,48. Y hemos de creer en esa invitación a amar como el Padre pero al mismo tiempo hemos de pensar en aquellas palabras de Jesús “sin mí no podéis hacer nada”Jn 15,5, y nos lo dice Jesus que como Dios ,pero sobre todo como hombre, conoció a fondo a sus , a veces ,no tan fieles discípulos e incluso apostoles.Asi que si queremos creer y seguir el precepto del amor a los enemigos tendremos que interiormente decir aquello que Jesus dijo en la cruz sobre sus enemigos: “Perdónalos Padre porque no saben lo que hacen”.(Lc 23,34ss). Con todo, es necesario el buen gobierno del fiel en el manejo de ese precepto del Señor para no caer en la tolerancia de la violencia que siempre hay que denunciar, y en todo caso hacerle frente pero con medios no violentos, pidiendo razón de su acción al ofensor o violento.(Jn 18,23)
Canto: “Ayúdame a mirar con amor”.