CON EL PESO JUSTO PARA PODER VOLAR

Mt 6,24-34 es el texto crucial para entender cuál debe ser nuestra relación con el dinero.
Jesús habla de que “no podemos servir a dos señores: a Dios y al dinero”. Ambos son mutuamente excluyentes y nos exigen un pronunciamiento radical. ¿Tú con quién estás de verdad? ¿cuál es tu verdadero dios y tesoro? Porque si es el dinero, con él va aparejado el miedo como protagonista principal de nuestra vida. Miedo a perder los bienes que de él se derivan (calidad de vida, bienestar, status…), la ansiedad y preocupación excesivas por lograrlo y si es así nuestra vida es una pura ruina. Y Jesús que ve nuestra debilidad ante el” vil metal” se ríe de nosotros -en cierta forma- cuando nos compara con ” los pájaros del campo que ni hilan ni tejen y visten con suma belleza y el Padre los alimenta”. Y en mirada de cariño aún nos dice Jesús. ¡Cuanto más valéis vosotros!
Y nos propone la meta más importante para el discípulo: “buscad el Reino de Dios y lo que es justo para Dios y lo demás se os dará como añadidura”. Que la voluntad de Dios sobre nosotros y el mundo se cumpla de modo que todos puedan vivir como hijos suyos con felicidad. Pero para ello es necesario librarnos del ansia por tener y acumular. Con ese peso ni los pájaros ni nosotros podemos volar. No es posible la auténtica libertad.
Canto: “Cristo nos da la libertad”.

PARA QUE VALORES VIVIMOS: MATERIALES O ESPIRITUALES

Mt 6,19-23 Jesús se pone a hablar de cómo espera que sus discípulos vivan su relación con toda clase de bienes que ofrece la vida para nuestro sustento y contento y viendo la realidad cómo se producía en su tiempo y su profunda visión de las limitaciones del ser humano les va diciendo. ..’ “no atesoréis para vosotros tesoros en la tierra donde la polilla y la carcoma los roen….haceos tesoros en el cielo donde no llega la carcoma y la polilla y donde no entran a robar los ladrones…” Y continúa hablando de la ceguera, de la gran dificultad de moverse en este terreno de los bienes porque nos llegan a confundir sobre lo que es necesario o no, lo que es conveniente o no, lo que es superfluo etc. Y cuando nos damos cuenta la seducción de lo material nos ha nublado la vista, nos ha cautivado, y nos ha hecho perder de vista los valores espirituales como la familia, la generosidad, la humildad, la entrega a ideales altruistas, etc.
En la mente de muchos está el ver cómo personas que parecían con grandes ideales de bien común e igualdad apoyados incluso por utopias sociales….pronto los han ido aparcando para asentar una buena hacienda donde vivir el día a día, coches alta gama, viajes exóticos e inocuos, sucedáneos de vida feliz al estilo de los grandes del mundo .
Sin embargo, para el discípulo el Maestro nos va a pedir algo más:un fin acorde con nuestra condición divina heredada desde nuestro bautismo: “buscad el Reino de Dios y su justicia (=libertad, amor, fraternidad ..) y lo demás …(comer, vestir, techo, trabajo, felicidad, sosiego.. etc) se os dará como añadidura”. No hay como ver personas consagradas en tierra de misión para comprender que es entregando la propia vida como se encuentra el auténtico buen vivir.De ahi las palabras de Jesus” el que busca su vida la perderá, el que a entrega por mi y por el evangelio la encontrará”.(Mt 16, 25-26).
La dificultad de vivir este estilo de vida cristiano con una tal entrega nos hace comprender el exito historico de las abundantes vocaciones de otros tiempos . ¿eran mas idealistas? …arduo tema..pero lo bien cierto es que los nuevos gobiernos con preocupación mas social de los ultimos 150 años han ido edificando generalmente sobre una base creada por las grandes congregaciones religiosas que en su afán misionero fueron extendiendo cultura,(escuelas , universidades) , sanidad (hospitales, …)por todos los pueblos y paises por donde se asentaban. Esa ingente obra misionera obra de un Pueblo de Dios en Misión es la que el papa Francisco nos invita a renacer con la Sinodalidad que es contar con todas las fuerzas de fe eficaz del mundo para construir aquí el Reino de Dios que salve a la humanidad de guerras y destrucción.
Canto:” Iglesia peregrina”.